Mercè Rodoreda (Barcelona, 1908 – Gerona, 1983) es, para la prosa catalana, lo que Cervantes para la española o Proust para la francesa. Su obra mayor está formada por cuatro libros de narrativa y cinco (seis, contando la póstuma La muerte y la primavera) novelas, entre las que destacan La plaza del Diamante, La calle de las Camelias, Mi Cristina y otros cuentos, Jardín junto al mar, Parecía de seda y otros cuentos, Espejo roto, Viajes y flores y Cuanta, cuanta guerra.
Gabriel García Márquez le dedicó una deslumbrante necrológica:
“La semana pasada pregunté por Mercè Rodoreda en una librería de Barcelona y me dijeron que había muerto hace un mes. La noticia me causó una pena muy grande, primero por la admiración muy justa que siento por sus libros y segundo por el hecho inmerecido de que la noticia de su muerte no se hubiera publicado fuera de España con el despliegue y los honores debidos. Al parecer, pocas personas saben fuera de Cataluña quién era esa mujer invisible que escribía en un catalán espléndido unas novelas hermosas y duras como no se encuentran muchas en las letras actuales. Una de ellas –La plaza del Diamante– es, a mi juicio, la más bella que se ha publicado en España después de la guerra civil. […] Mi deslumbramiento fue apenas comparable al que me había causado la primera lectura de Pedro Páramo, de Juan Rulfo, aunque los dos libros no tienen en común sino la transparencia de su belleza. A partir de entonces, no sé cuántas veces la he vuelto a leer, y varias de ellas en catalán, con un esfuerzo que dice mucho de mi devoción.”
Gabriel García Márquez, “¿Sabe usted quién era Mercè Rodoreda?”, El País, 18 de mayo de 1983